Abril.

El frío nos trae recuerdos.
Lindos. Feos. Tibios. Helados.
Fiebre.
Me engripè y me dió fiebre, (aunque mi papá diga que no).

Las mejillas se me entibian;
Por las ganas de alcanzar algunas caricias que me rocen la piel…
Y por el miedo a que ellas no lleguen antes del invierno.

El invierno nos da ganas de mimar, de ser amados aunque sea por un ratito.

De reírnos.
De ver peces de colores, para no ahogarnos en sombras.

De esperarlo mirando las hojas cayendo de los árboles, como tirandose del tobogán con gusto a otoño (el tobogán desde el que me tirarñia con vos, si me lo pidieras); en alguna plaza, en alguna esquina. Con algún amigo, con algunas risas, con algunos sueños.


Ver el atardecer embebidos de silencio, es el espejo de nuestros anhelos más ocultos. De nuestras dudas mas inquietas.



Las ganas de que el amor venga algun dia a buscarme, hecho hombre. Hecho carne.
Y que caliente mis pies, para reirme junto a él de la crudeza del invierno.