jueves, 10 de junio de 2010

Astillas

Tus silencios, los recuerdos.

Las astillas que hoy me delatan están clavadas en mi cuerpo, tal como la maldita forma en la que sonríes se atornilló a mi mente.

Como si la brecha entre mi cuerpo y mi alma ya no existiera, como si nada de mí ya realmente existiera. Así estoy hoy, como viviendo porque respirar no nos cuesta demasiado. (La mayoría de las veces). Sintiendo como de a poco todo se va derrumbando frente a mi cuerpo anulado por la ola de frustración, y los gajos de dolor se van desprendiendo de mis ojos, perdiéndose en mis mejillas.
Las mismas mejillas que has besado, el día que intente rozar tus labios.


La astilla que mas me duele, pincha en cada latido de mi corazón.
(Y lleva tu nombre)

martes, 8 de junio de 2010

He


Eran bastantes las cosas que yo tenía.
A medida que fui creciendo aprendí que en realidad era dueña de muy pocas de aquellas cosas que sentía TAN MIAS.
Ni siquiera de mis sueños era dueña, de a poco estaban robándomelos con mentiras, con engaños.

Cuando te conocí creía que era culpable de todo, hasta que te esforzaste incansablemente en demostrarme lo contrario. Te creí, y me creí inocente de todo eso que había pasado.

Habías logrado convencerme.

Desencuentros y EL encuentro.
El principio de la nada, el fin de todos mis anhelos.
A partir de ese momento en ese patio de comidas, el centro de mis días serias solo vos, y yo no lo sabía.
Y quizás vos tampoco, y así fue.

Cada vez que paso por ahí te recuerdo, cuando no estas te recuerdo.
Si no hablas, mas me acuerdo y cuando lo haces me pregunto el por qué.

Y si lo pienso fríamente quizás es súper lógico que hoy no estés conmigo.
Después de todo,

Que tendría yo para ofrecerte?

Después de todo,
Realmente habría algo que pudiera darte a vos?

Definitivamente no
No soy maravillosa,


Y es por eso seguramente que nunca vas a estar conmigo.