martes, 8 de junio de 2010

He


Eran bastantes las cosas que yo tenía.
A medida que fui creciendo aprendí que en realidad era dueña de muy pocas de aquellas cosas que sentía TAN MIAS.
Ni siquiera de mis sueños era dueña, de a poco estaban robándomelos con mentiras, con engaños.

Cuando te conocí creía que era culpable de todo, hasta que te esforzaste incansablemente en demostrarme lo contrario. Te creí, y me creí inocente de todo eso que había pasado.

Habías logrado convencerme.

Desencuentros y EL encuentro.
El principio de la nada, el fin de todos mis anhelos.
A partir de ese momento en ese patio de comidas, el centro de mis días serias solo vos, y yo no lo sabía.
Y quizás vos tampoco, y así fue.

Cada vez que paso por ahí te recuerdo, cuando no estas te recuerdo.
Si no hablas, mas me acuerdo y cuando lo haces me pregunto el por qué.

Y si lo pienso fríamente quizás es súper lógico que hoy no estés conmigo.
Después de todo,

Que tendría yo para ofrecerte?

Después de todo,
Realmente habría algo que pudiera darte a vos?

Definitivamente no
No soy maravillosa,


Y es por eso seguramente que nunca vas a estar conmigo.

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