martes, 11 de octubre de 2011

Del día que el miedo se quiso comer al amor.



Mientras duerme, lo escucho respirar.
Lo miro. Observo.
Acaricio lentamente su cara para que no se despierte,
y sonrío, y lo beso.
Mientras descansa y se hunde en sueños,
yo solo puedo cerrar los ojos con fuerza,
pidiendo por favor que nada arruine nuestro amor.


Que nada mas te arruine,
porque ya tuvimos suficiente de eso
(mi corazón y yo).

Mientras, me esfuerzo por entender, entender(te) y soportar todo.
Y no quiero tener miedo nunca más.

Y quizás todos tengan razón, y podría haberme buscado menos problemas,
pero yo no elegí querer estar al lado suyo toda mi vida.
Y rezo por él todas las noches, (aunque no sé bien si le rezo a alguien en especial) aunque nadie lo sepa;
mientras trato de creer que todo va a estar bien. Que vamos a estar bien.



Mientras suenan canciones que nadie conoce en mi reproductor, lo único que quiero es correr a sus brazos para decirle "Abrazame fuerte, nunca me mientas". Y si él quisiera, irnos lejos, sin medir cuan lejos sea; me daría lo mismo mientras estemos juntos ahí. Para siempre.

Ojalá realmente sepa cuanto me importa.