lunes, 10 de agosto de 2009

Mi hombre preferido.



“Vas a estar bien” dijo él. Inesperadamente ella abrió ese maldito celular, y al leer, broto una linda sonrisa de su cara. Y es así, cuando caemos en los mas profundos y oscuros pozos de desamor y tristeza, cuando creemos que nada puede ser peor que lo que estamos sintiendo, cuando menos lo esperamos. Pasan estas cosas, o a veces no. Pero esta vez, puedo decir que los detalles mas ínfimos, esos que algunos siquiera pueden notar… son esos los que matan al dolor y cosechan la esperanza.
Y es
que anoche, después de ese mensaje, ella ya no lloro.
Levanto la cabeza, seco su rostro húmedo de dolor y decepción, y sonrío. Luego la carcajada, y apoyo su mente sobre la almohada. Y cosecho sueños una vez más. Y se durmió.
Quizás pueda agradecerle dentro de un tiempo, mientras sueñen juntos camino a Idilia, en la lucha de poder encontrar a alguien en la misma sintonía, o que simplemente no los haga sufrir.
UNA Y MIL VECES, GRACIAS MARIAN

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